viernes, 31 de octubre de 2008

Playa

A las 8 de la mañana, mientras me desperazaba a base de jugos y café, me llegó este mensaje al celular: "Desde Movilnet (la compañía estatal de telecomunicaciones, la mía) orgullos@s por el lanzamiento (del satélite) VENESAT-1 SIMÓN BOLÍVAR: colocamos la estrella de soberanía y salimos de nuestra frontera para liberar pueblos". Lo interpreté como una señal.

Me voy a la playa.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Política de hechos consumados

Antímano era un pueblo, habitual lugar de descanso de los caraqueños a principios del siglo pasado. Se valoraba el frescor que aportaba su mayor altitud y la proximidad al río Guaire, cuando todavía era un río y no la cloaca contemporánea. Incluso tenía una de las residencias presidenciales. Ahora se encuentra en el suroeste de Caracas, devorado por crecimiento vírico e incontrolado del monstruo capitalino. Allí fuimos de ronda electoral. El candidato opositor a la alcaldía, Antonio Ledezma, recorrió las calles de la barriada saludando a diestra y siniestra. Iba rodeado de algo más de una decena de policías. Policías de paisano, malandros de uniforme: lo mismo da. Al poco de la llegada, y ante un sol inclemente, un batallón chavista aguardaba la comitiva opositora. Gritos, forcejeos, insultos, mentadas a las madres mutuas, advertencias. Nada especial: el clásico histrionismo revolucionario. Antímano es una de esas barriadas populares en las que la noche es un territorio comanche. La estructura urbanística es idéntica: abajo, al pie del cerro, el pueblo antiguo, con su plaza Bolívar, sus diversos comercios más o menos cochambrosos (licorería, panadería, taller mecánico, lavandería), sus muros repletos de pinturas revolucionarias, y antirrevolucionarias. Y en la ladera del cerro, miles de casitas amontonadas, a medio hacer (o deshacer). Para subir, esas escaleritas que se intuyen. No hay carreteras ni siquiera pistas o trochas. El vehículo de transporte es el pie . Todo el cerro está cubierto, cientos "ranchitos" conformando la segunda piel de la montaña. Ladrillo, cemento, uralita de techo y rejas por todos lados. Nadie sabe a ciencia cierta cuánta gente vive allá arriba. Pero allá están. La propuesta del candidato es sencilla. "Vamos a dar títulos de propiedad a todos los habitantes, para que tengan la seguridad jurídica de poseer, al menos, el terrenito. Y eso cuando el chavismo aboga por la propiedad social, que seguimos sin saber lo que es". Política de hechos consumados, la llaman.

domingo, 26 de octubre de 2008

Sano y salvo

El béisbol es puro ajedrez con un bate, me dice un compañero. Mi evolución con respecto al béisbol ha pasado de la tierna indeferencia a una silenciosa pasión. Tiene grandes ventajas: no hay empates, los jugadores están gordos, los mejores son latinoamericanos y japoneses, viven las estadísticas como si fuesen un dogma de fe, escupen constantemente (tiempo atrás mascaban tabaco), no hay reloj...

Venezuela siempre ha mirado más hacia el norte yanqui que hacia el este europeo. De ahí, que el béisbol sea el deporte nacional, incluso el deporte del presidente nacional, que confesó su deseo de ser pelotero profesional en las Grandes Ligas antes de convertirse en revolucionario a tiempo completo. Las estadísticas en el béisbol rayan en lo sobrenatural. Un ejemplo: "porcentaje de bateo con dos strikes fuera de casa ante lanzadores zurdos después de la quinta entrada con jugadores en tercera base en postemporada". Suena a enunciado teológico, un misterio insondable se esconde tras semejante sintaxis. No todo el mundo comprende mi conversión al bate, a modo de San Pablo que cae de su caballo y recoge un guante de béisbol que le ilumina. Escribo esto tras acudir al estadio a ver un Leones de Caracas contra los Tiburones de la Guaira (5-4), en la televisión el cuatro partido de las Series Mundiales de las Grandes Ligas yanquis entre Philadelphia y Tampa Bay.

Al acabar, el tipo de la megafonía del estadio, deseó a todos los presentes que llegasen a casa "sanos y salvos". Lo dijo con un tono de oscura perentoriedad, como si quisiese acabar diciendo: "sé por qué lo digo". Afortunadamente, no lo dijo. El silencio de lo no dicho quedó pendiente en el aire.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Historia del (barril de) petróleo

En Venezuela no se habla de petróleo, se habla petróleo, como si fuese la lengua materna.

Hoy acabé de leer este libro. El barril de petróleo venezolano cerró la semana pasada a 68 dólares. Y hoy el presidente Chávez dejó dicho que hasta 55 dólares, lo mismo le da. Del libro, de más de mil páginas, uno aprende lecciones básicas. 1)A nadie le interesa el petróleo por las nubes, especialmente a los países productores: pan para hoy y hambre para mañana. 2) El petróleo barato es consecuencia más de la voracidad y torpeza de los países productores que de la sed de demanda de los países consumidores.

En fin, el equilibrio del precio del petróleo es uno de los casos de funambulismo en la cuerda floja más fascinantes de la historia de economía. El libro escrito por un yanqui (estos libros sólo son capaces de escribirlos los yanquis), acaba así. Y comienza con la historia del coronel Drake que encontró petróleo por primera vez en el oeste de Pensilvania en 1859.

El petróleo en crudo al igual que los productos refinados se transportan en la actualidad en petroleros, a través de oleoductos, en gabarras y camiones. Coloquialmente en todo el mundo se mide en "barriles", a pesar de que en la actualidad difícilmente habrá un profesional del petróleo que haya visto los antiguos barriles de petróleo excepto en un museo. Cuando el petróleo comenzó a fluir por primera vez en los pozos del oeste de Pensilvania en la década de 1860, los petroleros desesperados saquearon las granjas, establos, bodegas y los basureros en busca de algún tipo de barril - de melaza, de whisky, de sidra, de trementina, de sal, de sal, de pescado, o de cualquier cosa que estuviera a mano-. Pero a medida que los toneleros fueron haciendo unos barriles especiales para el petróleo, surgió un tamaño estándar que sigue siendo la norma en la actualidad. Es de 42 galones (159 litros). La cifra se tomó prestada de Inglaterra, donde un estatuto de 1482 durante el reinado de Eduardo VI estableció los 42 galones com o medida estándar para terminar con las "sisas" y los "engaños" en el embotado de pescado. En aquellos momentos la pesca de arenque era la principal actividad del Mar del Norte. Para 1866 los productores de Pennsilvania confirmaron el barrill de 42 galones como su estándar, dejando así el barril de vino de 31 galones y medio o el barril de cerveza de 32 galones de Londres o el barril de 36 galones de Londres. Lo que nos lleva a la actualidad. Porque el barril de 42 galones todavía se utiliza como medida estándar, aunque no como receptáculo físico, en el mayor de los negocios del Mar del Norte que, desde luego, ya no es la pesca de arenques.

(La historia del Petróleo. Daniel Yergin, Vegara, 1992, Buenos Aires, Argentina)

lunes, 20 de octubre de 2008

Cabezas reducidas

A modo de receta de cocina. Agarras a un enemigo (a los amigos no se lo haces) y le cortas la cabeza a la altura de la clavícula. Rajas por detrás de la cabeza y despellejas con cuidado. La piel la pones a hervir durante media hora: verás como encoge y queda reducida a la mitad. La sacas, la das la vuelta y le retiras los incómodos trozos de carne que se habrán quedado adheridos. Vuelves a ponerla del derecho y coses por donde seccionaste. Calientas unas piedras a fuego lento, y las vas introduciendo dentro por el orificio de la boca. Así conseguirás que retome su forma original. Después, calientas arena y sustituyes las piedras por ésta. Rellénala de arena hasta el tope. Por último, sellas los labios con un cuchillo al rojo vivo. Sólo resta clavar tres espinas de alguna planta o árbol que encuentres a mano en los labios y los atas con una cuerda. El resultado es una hermosa cabeza reducida del tamaño de un puño que puedes utilizar como amuleto, adorno de mesa o regalo de boda. Así lo hacían los shuar, que viven en el Amazonas ecuatoriano. Para ellos es parte de un ritual chamánico por medio del cual se apropian del alma y talento de sus enemigos. Con el tiempo y ante la curiosidad exótica del hombre blanco, se decidieron a darle al ritual un uso más comercial algo que, desgraciadamente, acabó convirtiendo en enemigos a muchos de sus amigos. A mediados del siglo pasado las autoridades ecuatorianas decidieron prohibir a los shuar este tipo de industria, ante lo que veían venir. Ahora lo hacen sólo con animales de la selva. También lo hacen con otros enemigos, claro, pero no lo dicen, o dicen que es una cabeza de mono o de perro. Los shuar ya saben de qué van los hombres blancos. Hay un cuento muy bonito de Augusto Monterroso sobre el tema.

jueves, 16 de octubre de 2008

Teología

Paseando por Quito, uno se encuentra con multitud de iglesias y, claro, multitud de curas, seminaristas y monjas, que son quienes trabajan dentro. El fervor religioso y el clima seco me recordó a la meseta castellana con sus iglesias de piedra gruesa y y sus feligresas emperifolladas que ruegan y ruegan. Sin embargo, nada llamó tanto mi atención como este pequeño panfleto que se veía regado por las calles del centro histórico quiteño: NO SE DEJE ENGAÑAR EL MEJOR AMIGO DEL HOMBRE NO ES EL PERRO. ES JESUCRISTO. Lo más sorprendente no sólo es la tilde en el NÓ, que subraya la negación; si no la asombrosa capacidad mental para hilar la supuesta amistad canina con la del hijo de Dios respecto de los hombres, quiens también somos sus hijos. En la comparación, paradójicamente, está la confusión mental. No dudo que el objetivo del redactor era alabar la figura de Jesucristo, y que no encontró mejor superlativo, que ponerlo por encima del tópico perruno. En cinco líneas se hayan concentradas la confusión, el pavor, el fervor, la pasión, el dogmatismo y la exageración que caracterizan todas las expresiones religiosas. Todo ello en el país, Ecuador, que alberga las islas Galápagos. Allí donde el barbudo Darwin, siglos atrás, comenzó a pensar que las tortugas y los lagartos (y los perros) tenían tanto, o más, que ver con los hombres como con Dios. Lo que a día de hoy, todavía alguno se atreve a poner en duda.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Quito

La quiteña plaza de San Francisco. Llegar a Quito no fue fácil. Estuvimos una hora sobrevolando la ciudad, mientras una tormenta arrojaba agua a espuertas bajo la panza del avión. En un momento dado, el piloto explicó la situación: "Se nos acaba el combustible y el tiempo no mejora, regresamos a Bogotá". Vuelta a Colombia, que es una manera peculiar de dirigirse a Ecuador. Así que acabamos saliendo de parranda por Bogotá a la espera de retomar el avión, al amanecer del día siguiente. En Bogotá fuimos a un concierto de salsa-rock en un garito cuyo dueño ya no conozco, a un bar de vallenatos donde todo el mundo bailaba con todo el mundo excepto con nosotros, y en otro que contaba con una camiseta firmada del gran centrocampista colombiano Carlos Valderrama. Llegamos al hotel cuando el resto del pasaje ya estaba desayunando para dirigirse al aeropuerto. Devoramos el desayuno, parpadeamos, y nos fuimos a dormir al avión.

Quito es una ciudad limpia, de pequeña escala, ordenada. Está, además, sorprendentemente cerca de las nubes. Y todas las tardes, llueve. El centro histórico es una maravilla que hace revivir los tiempos de la colonia y la independencia. Conserva el sabor de un tiempo ya perdido, dos siglos atrás, en el que la naftalina, las damas de compañía, los rosarios de cuentas, los hijos ilegítimos y las bayonetas oxidadas eran los pilares de la sociedad . Está, por tanto, repleto de iglesias y referencias a los insignes próceres de la independencia ecuatoriana. Es bonito y barato. Supongo que también aburrido. Por ello, es un lugar que invita a pasear con calma por las calles empedradas. Los quiteños son tan amables que, a veces, pueden pasar por pusilánimes. Al fondo, los grandes volcanes el Cotopaxi, el Pichincha y el Chimborazo, que no vimos por la niebla. Me recordó, no sé por qué, a una Londres americana en miniatura en busca de su Jack El Destripador...

jueves, 9 de octubre de 2008

Volando voy

"A mí también me gusta dedicarle tanto tiempo a estar ausente", canta el Sr. Chinarro desde uno de esos laptops última generación.

Así que aprovechando la burocracia criolla, que convertiría a un tipo como Kafka en escritor costumbrista, me voy a la mitad del mundo, también llamado Ecuador. Estaré 5 días en Quito. Veré los Andes desde arriba. Cuando regrese, os cuento.

martes, 7 de octubre de 2008

Librería

Esta es la librería, al lado de mi casa, donde últimamente compro mis lecturas. La regenta una señora color café de caderas tan desmesuradas que siempre la he visto sentada, fumando cigarrillos Belmont. Los Belmont son un clásico venezolano, algo así como el presidente Chávez o las arepas reina pepiada. La señora desconoce los libros que tiene, por tanto no suele saber tasar el valor de un libro si no es en función de criterios tales como: grosor, número de páginas, años, estado de conservación, e idioma en el que está escrito. Siempre que le compro, me pide 3 o 4 bolívares fuertes. Y nunca tiene cambio, así que le digo que el resto me lo apunte para próximas compras. Nunca se acuerda. Pero no es un olvido selectivo de carácter mercantil. Una vez le compré un libro, y como no tenía cambio me dijo que me lo llevase, que ya le pagaría. Un día después, bajé a pagar. Claro, tampoco se acordaba. Vive en un divertido y flexible estado de olvido. El otro día estaba explicándole a un policía que no le gustaba la vejez. "No, señor, a la vejez no le agradezco ni la experiencia..."

Mis últimas compras:
1) Las lanzas coloradas - Arturo Uslar Pietri 4 Bs.F (le sonaba el nombre)
2) 24 horas en la vida de una mujer - Stefan Zweig 3 Bs.F (estaba húmedo y el nombre era raro)
3) Cuentos grotescos - José Rafel Pocaterra 5 BsF (a éste le conocía, fue político venezolano)
4) Quijote y los perros - Antología de relatos bolivianos bajo la dictadura de Hugo Banzer 2 BsF (éste estaba algo roto)

jueves, 2 de octubre de 2008

Flotan los brazos

Este es el río Guaire que atraviesa, y parte en dos, Caracas.

La noticia del popular diario Últimas Noticias:

LOCALIZAN DOS BRAZOS FLOTANDO EN EL GUAIRE

Caracas.- Un par de extremidades superiores, presuntamente de una mujer, fueron localizadas en las aguas del río Guaire.
A las 7.00 p.m de ayer, los funcionarios policiales obsevaron zamuros (aves de rapiña) en el Guaire. Al fijar la atención en el lugar donde se encontraban las aves, les pareció ver un brazo flotando, y de inmediato llamaron a los Bomberos Metropolitanos.
Hasta el lugar se desplazaron cinco efectivos. Un brazo fue ubicado cerca de la ribera del río y el otro a cien metros de ahí. En las muñecas de las manos, se apreciaban surcos de ataduras, por lo cual no se descarta que ambas piezas humanas hubiesen estado amarradas y, con la fuerza del agua, se soltaran. El buen cuidado de las manos y las características de ellas hacen presumir que la víctima podría ser una mujer o un jovencito. En uno de los dedos llevaba un anillo. Las piezas fueron cercenadas a nivel de los hombros con cortes exactos, que bien pudieron ser efectuados con equipos quirúrgicos. Las extremidades estaban putrefactas y se apreciaba desprendimiento de tejido.

PD - Hoy continúa las revelaciones en la prensa caraqueña: parece que los brazos pertenecían a una mujer que fue vista por última vez en el homenaje a Marulanda en el 23 de Enero. Hay fotos de ambos brazos, recién sacados del Guaire. Me las reservo, por discreción.En fin. Purito CSI de ése de la tele.