jueves, 11 de noviembre de 2010

Cierre por mudanza



Empecé el blog venezolano en la lluviosa Asturias. Lo cierro ahora, casi cuatro años después, en el otoñal Washington DC. Gracias a todos los lectores y lectoras por las críticas y alabanzas.

Gracias a mí mismo, sin falsa modestia, por seguir escribiendo contra viento, marea, pereza, alegría y desasosiego. Las andanzas jonroneras siguen, no obstante, al norte del Caribe. A orillas del río Potomac, retomaré las crónicas igual de variadas y variables. Cualquier día de estos, en las pantallas de su computadora personal.

Los jonrones aquí se llaman homeruns.