miércoles, 31 de enero de 2007

martes, 30 de enero de 2007

Turismo lunar

Eres una cocada

Así le queda a uno el cuerpo tras su primer baño en el Caribe. A finales del mes de enero. Continúo con el jugo de parchita, aunque los de melón y tres en uno (remolacha, zanahoria y naranja) van ganando enteros.

Quita y pon

El 4 de febrero se conmemorará en Caracas, con un gran desfile cívico-militar, el golpe de Estado que el comandante Hugo Chávez encabezó en 1992 contra el presidente venezolano de entonces, Carlos Andrés Pérez. El golpe acabó con Hugo Chávez en la cárcel de Yare. Y supuso, paradójicamente, el espaldarazo mediático definitivo que permitió a Chávez comenzar su carrera política. En su discurso televisado de rendición (¿a quien se le ocurre ofrecer unos minutos en televesión a un militar golpista?), reconocía que el golpe "había fracasado, por ahora".

Pocos recuerdan, o quieren recordar, que fue Fidel Castro el primer dirigente político internacional que condenó expresa y públicamente el golpe de Estado de Chávez. Chávez, con los años, pasaría a ser su más fiel discípulo. ¿Ironías del destino? ¿Malévola coincidencia?. Carlos Andrés Pérez (CAP), que encabezaba aquella Venezuela Saudita, como bien se la bautizó, era y es un gran amigo de nuestro Felipe González. CAP ahora opina desde su soleado retiro en Miami, con la cartera repleta de dólares. (Quizá tenga algún bolívar traspapelado).

También está más que probado que el BBVA y el Banco Santander colaboraron, con un buen pellizco económico, con la campaña electoral del comandante Hugo Chávez en 1999. Y nadie se ha inmutado: ni la izquierda más chavista ni la derecha financiera.

Con estos mimbres se teje la historia política: traiciones líquidas, olvidos selectivos y amistades de cristal.

lunes, 29 de enero de 2007

Una nueva amiga

Esta es una nueva amiga que me he echado aquí en Venezuela. Es fiel y acompaña a uno por doquier. Ayer mismo anduve surcando las aguas del Caribe a lomos de un peñero (bus-barca), de Chirimena hacia la playa del Caracolito. Dos horas de coche al este de Caracas. Purita delicia. Iba en la proa, sintiendo algo muy parecido a lo que debe de sentir la cría del canguro en la bolsa materna en un carrera a campo abierto.

Al llegar a Playa Caracolito: lectura de prensa, dieciocho baños caribeños, un trío de soleras... Al poco, llega un pescador con cinco ejemplares recién ultimados: pargos y roncadores. Pedimos la comida, y tres horas después, nos llega el mismo pescador con dos roncadores a la plancha y un par de caripes: fritos de camarones, gambas y calamares sobre un lecho de papas fritas, lechuga y tomates. Precio total: 40.000 bolívares (12 euros).

Así titula la prensa venezolana, sección sucesos: "El infortunado recibió varios tiros en su humanidad".

El sábado me llevarona una fiesta de intelectuales en Bello Monte, en el sur de Caracas. Ingenuamente, iba a comprar ron caribeño. Craso error. En Venezuela, país de ron por excelencia, se bebe whisky. Buen whisky. El ron es para estudiantes, para las clases populares. Hace un año se inauguró una especie de templo del whisky, en el barrio de las Mercedes. Hay pequeñas capillitas religiosas para adorar los grandes hitos del destilado escocés. "Eso es de hace un par de años, hermano", me dicen. "Antes no existían. A los chavistas les fascina", sentencian. Yo me dediqué a hablar con mi amiga Solera.

Una amiga destinada en La Paz, Bolivia, me cuenta cómo hace unos años recibieron en la Oficina Comercial de la Embajada de España en el país andino, a una delegación de la próspera provincia de Santa Cruz. Querían saber cómo podían hacer para constituirse en Comunidad Autonóma Española. Todo esto tras una encendida glosa de la benefactora Madre Patria. Etcétera.

viernes, 26 de enero de 2007

Zeppelines anti-violencia


Que Venezuela sea el primer consumidor mundial de whisky de más de 12 años, que las tetas de silicona ocupen el paisaje visual urbano en igual medida que los carros de último modelo o que al alcalde mayor, el orondo Juan Barreto, se le ocurra que la mejor manera de combatir la inseguridad es mediante la compra de un zeppelin que sobrevuele las zonas más "calientes" del centro con una camara de vídeo, son algunas de las alarmantes realidades que surcan las procelosas olas de asfalto caraqueño.


Sin embargo, lo que más me llama la atención es la primera respuesta que se le ocurre a un venezolano ante la propuesta del zeppelin anti-violencia. "Se lo van a bajar a plomo", y se ríen. Es decir, le dispararán hasta que reviente. Y, a continuación, narran los ocurrido años atrás cuando a Banesco, una de las entidades bancarias venezolanas, se les ocurrió colocar un gigantesco Santa Claus en la azotea para celebrar la Navidad. A los pocos días, se vieron obligados a quitarlo debido a los continuos tiroteos a Santa Claus que lo habían destrozado y, de paso, las oficinas de la parte superior del edificio.


jueves, 25 de enero de 2007

Mercal

Estos días no es fácil encontrar azúcar en los supermercados de Caracas. Ni siquiera en el 360, uno de los bares más chics de la ciudad. Donde los mojitos se endulzan con bebidas gaseosas, y otras trampas cocteleras. Claro, uno puede ir al mercado negro. Parece ser que lo primero que hace brotar el "socialismo del siglo XXI", es el mercado negro del siglo pasado.

En la prensa, esto es lo que dice un ciudadano de Petare, una de las barriadas más pobres y violentas de Caracas, de sus viajes al mercado popular, el Mercal, creado por el Gobierno para facilitar el acceso a los productos básicos a las familias más pobres.

"Vivo en el barrio de Agricultura, de Petare, y tengo que bajar hasta aquí. Esto es una vagabundería, cómo es posible que en Mercal no haya azúcar y los buhoneros (vendedores ambulantes) sí la tienen a 5.000 bolívares, esto es una mafia que hay aquí. Billete mata azúcar, le mojan la mano a la gente de Mercal y le venden los productos a los buhoneros. ¿Qué es esto?, es demasiado, uno tiene que hacer cola en pleno sol. Además, en Mercal le obligan a uno a comprar muchas cosas para venderle azúcar y leche y si uno no tiene mucho dinero, qué hace"

Pasan los días.

miércoles, 24 de enero de 2007

Venezuela da que pensar

El Hotel Humboldt cerró sus puertas poco después de la caída del general Pérez Jiménez, a finales de los cincuenta. Al último dictador venezolano (Chávez ha ganado en las urnas, pese a quien pese, y gracias, sobre todo, a una oposición torpe, disoluta y de discurso trastabillado) se deben algunas de las grandes obras de infraestructura del país. Es uno de los temas de conversación con cualquier taxista caraqueño. Pérez Jiménez fue acogido por Francisco Franco con su proverbial hospitalidad entre militarotes en la España desarrollista de los años 60.

Hoy es un reclamo turísitico en la cumbre del Monte Ávila, en cuyos valles se extiende la ciudad de Caracas. Muestra, o eso dicen, el lujo y la sofisticación algo acartonados de mediados del siglo pasado. Había un grupo de turistas visitando el Parque Nacional, y se disponían a ver los encantos del hotel. Faltaban hora y media para el cierre de las visitas, pero el encargado de dispensar los boletos se negaba a vender ni uno más, bajo el argumento de que sólo había un guía y estaba en plena faena, enseñando el edificio a un grupo de turistas. Tras las rejas había dos personas, con los uniformes del Parque Nacional. Inmóviles, de pie. Uno de los turistas les preguntó si no podían ellos mismos mostrar el hotel Humboldt. La respuesta fue purita metafísica: "No tengo el título de guía turístico. Puedo entorpecer la labor de mis compañeros. Y afear el prestigio de la institución".

Ahí dejé al grupo de turistas, no sé si al final lograron entrar. Me juego un jugo de parchita (mi favorito en estos momentos) a que no.

En el otro lado de la plaza, dos músicos venezolanos celebraban la jornada festiva criolla tocando ritmos de George Gershwin y un versión algo polvorienta del "Oh! when the saints go marchin´ in". En la Asamblea Nacional, los propios parlamentarios (todos chavistas próximos al Movimiento Quinta República) se quejan de la inexistencia de debates ya que son todos del mismo partido. Hoy llegaron a la Asamblea Nacional y no había orden del día.

Bombillos cubanos Made in China

Ayer, tomando un jugo de durazno y sandwich, a pocos metros de la Casona Presidencial en la que viven las hijas (y sus esposos e hijos) de Hugo Chávez Frías, un grupo de venezolanos de origen portugués hablaba de todo un poco. En el televisor el primer partido de la Round Robin, la final de la liga venezolana de béisbol entre los Tigres de Aragua y los Navegantes del Magallanes de Valencia.

Discutían acerca del porqué los bombillos de bajo consumo que ha enviado Cuba al Gobierno venezolano para sustituir los antiguos de mayor consumo, llevan una etiqueta que pone: Made in China. "Lo que no entiendo, pana, es por qué si vienen de China, han de pasar por Cuba. Coño la madre, que los traigan de China directamente", decía uno. "Tendrán un acuerdo comercial", respondía otro. "Sí, pero si la etiquetica pone Made in China, coño, hagamos nosotros un acuerdo comercial con China sin los cubanos de por medio", sentenciaba.

En mi primer Aló Presidente (vi sólo una hora, dura entre cinco y siete), el presidente Chávez dibujaba en el mapa con un rotulador un nuevo eje geopolítico: Caracas, Quito, La Paz, Managua.

martes, 23 de enero de 2007

Busetas

Y esta es una de las mejores: con dos puertas y cristales.

Hoy 23 de enero, es el día de celebración de la democracia en Venezuela. Supuestamente, la última dictadura, de Pérez Jiménez, terminó en 1958. Y la oposición, los llamados escuálidos, han convocado una marcha para protestar contra las últimas leyes del "socialismo del siglo XXI": subida del precio de la gasolina (en Venezuela se llena el depósito por 2 euros), la ley Habilitante de 18 meses que confiere plenos poderes al presidente Hugo Chávez y el llamamiento a la conformación de un partido único, el Partido Socialista Unido Venezolano (PSUV). O conmigo o contra mí. Los escuálidos lo llaman el PUS.

Aquí, me dice un compañero, es más barata la gasolina que el agua. Parece que la convocatoria de marcha de la oposición no cuenta con demasiado éxito. Pregunto el porqué y la respuesta es contundente: "la gente está cansada de marchar".

Ayer fui a ver un apartamento en el edificio Jardín Bello Campo. Esperé media hora, llamo por teléfono y la agente inmobiliaria me responde que "me da mucha penita, pero que no soy capaz de recordar donde dejé las llaves. ¿Me llama mañana?". En fin.

Hoy desperté con las marchas militares de los soldados de la Casa Presidencial. En el silencio de la noche sólo se escuchaban los pájaros caribeños y la disciplina marcial. Una buena metáfora del país.

domingo, 21 de enero de 2007

Escalopendras

Esto es una escalopendra gigante. Es venenosa y agresiva. Uno de los pocos ejemplares conservado en perfectas condiciones en Venezuela. La pasada semana visité el Museo de Ciencias de Caracas, y contemplé las desconcertantes colecciones. La sala de ornitología, una de las más deslumbrantes, lleva meses cerrada por problemas técnicos. Hay una jirafa taxidermizada a la entrada, acompañada de varios ejemplares más de la sabana africana. Fruto de una donación de los Phelps, una de las principales familias de la oposición: de los escuálidos, como les llaman los chavistas. Y , según me comentaba la antropóloga del museo, el Ministro de Cultura quiere suprimirla, por sus connotaciones contrarrevolucionarias.

El antiguo Ministro de Seguridad, Jesse Chacón, se mudó a un edificio de apartamentos de La Campiña, una acomodada zona del centro. Y solicitó seguridad policial. A la semana de llegar la policía, comenzaron los robos en el edificio. Hasta entonces había sido una zona tranquila.

El Banco Central de Venezuela (BCV) concede 2 mil millones de dólares al Gobierno bolivariano, y el diario El Universal titula: "Botija para dos años".

jueves, 18 de enero de 2007

¿Es el béisbol un deporte alienante?

Johan Santana es lanzador de los Mestizos de Minnessota. Ha sido galardonado por segundo año consecutivo con el premio "Cy Young", al mejor lanzador de las Grandes Ligas estadounidenses. Es venezolano, natural de la Colonia Tovar. Y tiene un sueldo de 6 millones de dólares anuales.

Está de visita en el país y todos, absolutamente todos, quieren salir en la foto con él. Dio un discurso en la Asamblea Nacional, rodeado de diputados chavistas. Intercambió camisetas con el embajador estadounidense en Caracas, William Brownfield. Un personaje de lo más siniestro, y que habla un español repleto de ahogos. En la rueda de prensa, le preguntaron a Johan Santana si consideraba que el béisbol es un deporte alienante, tal y como señaló, William Izarra, ex-vicecanciller bolivariano. El "pitcher" se dedicó a tirar balones fuera. Y todos le escuchamos decir humo.

miércoles, 17 de enero de 2007

Pintar sin parar



Esta es una imagen retocada por el periodismo tan en boga hoy en día. Purito plano cinematográfico. Del barrio de Chacao, donde resido, de momento. En Caracas los pisos son marcianos, precios altísisimos a un cambio irrisorio. Así se deletra la revolución.

Un chiste revolucionario universal, narrado por un chavista:

¿Y tú, tan revolucionario. Si tuvieses cinco aviones, donarías cuatro para la revolución?

- Claro, por supuesto.

¿Y si tuvieses seis coches, darías cuatro para la consecución del estado socialista?

- Desde luego, por principio.

Pero, ¿y si tuvieses tres pisos donarías dos para alcanzar el socialismo del XXI?

- Sin duda alguna.

¿Y si dispusieses de dos trajes, cederías uno para la justicia social?

- En eso no hay chance.

Pues ¿y por qué no darías un traje, si regalas aviones y carros?

- ¡Porque trajes yo cuento con dos, y aviones con ninguno, pana!

Exquisto el ron Santa Teresa...

martes, 16 de enero de 2007

Sin tetas no hay paraíso


Esta es la Plaza de Altamira. Símbolo de la oposición antichavista, con el Monte Ávila al fondo y su perpetua bruma. Es bonita. Aunque yo odie los obeliscos (sin psicodramas freudianos). Bajando las escaleras se llega a la parada de metro que utilizo todos los días.
Caracas es una ciudad ingobernable, de ahí los cinco alcaldes, y un mayor que desorganizan más si cabe, el día a día. El antiguo Ministro de Seguridad, Jesse Chacón, decía hoy en la televisión que se tiene que acabar eso de que cuando alguien no sabe qué hacer con su vida se mete en la policía. Y decía bien.
Me comentaron también, off the record, que las autoridades venezolanas se las ven y se las desean para coordinar la celebración de la Copa América, a partir de julio. Faltan camas en todas las sedes, y ya asumen que se verán desbordados. Dos opciones propuestas por los mismos funcionarios: 1)desocupar de profesionales los miles de burdeles del país, y reconvertirlos en improvisados hoteles para prensa y aficionados; 2) preparar trailers móviles a modo de caravanas hoteleras que vayan de sede en sede. Por cierto, la mitad de los estadios están a medio hacer.
Por último, que en Cúcuta, frontera entre Colombia y Venezuela, uno puede conseguir cualquier tipo de pasaporte por 5.000 dólares. Tú mismo, me señalan, podrías conseguir uno chino sin problemas. Y todos funcionan. ¿Por qué? Porque tiene contactos en practicamente todas los servicios de inmigración, y sólo trabajan con documentos oficiales.
"Sin tetas, no hay paraíso" es el título de la nueva telenovela de éxito venezolana. Y así sucesivamente.

lunes, 15 de enero de 2007

Colas y un musiú


A los venezolanos les encanta hacer colas. Hacen colas para todo. En el metro, existen unas marcas en el suelo que van guiando los pasos del viajero que aguarda. Un camino diminuto que se va enroscando, sobre sí mismo. Sin barreras, ni obstáculos físicos. Sin embargo, sorprendentemente, funciona. Hay una pastelería, Saint Honoré, en Palos Grandes, en la que existen tres colas: para pedir, para empaquetar y para pagar. La productividad no es su fuerte, aunque los brownies y los almendrados están exquisitos.

Bajé del trabajo en buseta: una furgoneta que supuestamente hace una recorrido fijo y que sólo arranca cuando tiene al pasaje enlatado en escabeche. Poco a poco, se fue bajando todo el mundo: pagando al marchar, como es costumbre. Hasta que, al final, sólo quedaba un servidor. Ya me imaginaba yo que algo había hecho mal. Pero no tenía ni la más remota idea de donde estaba. Al poco, se gira el conductor, y me suelta: "¿Pero usted a donde va?". Yo: "A plaza Venezuela, lo que pone el cartel". Jajajajajajajajajajaja. Se ríe el desgraciado. "Para eso había que ponerse al otro lado del camino. Ha subido, en vez de bajar". Yo suelto una bocanada de aire plúmbeo, y desciendo de la camioneta. "¿Cual he de agarrar?", le pregunto. "El de adelante", me dice. Y vuelvo a pagar, 900 bolívares. Atrás oigo las risas del resto de compañeros a los que está contando la historia.

Un "musiú" (deformación del francés monsieur) y que emplean despectivamente para referirse a los blanquitos...

domingo, 14 de enero de 2007

A base de quincenas

Echad un ojo a Chacao.

Caracas en enero es Madrid en agosto. Ni siquiera Madrid. Llueve de repente. Sin aviso. Y del mismo modo se va. Aquí al chispeo, lo llaman pringueo. Y a salír de noche, rumbear. La gente se habla bailando. O eso le entendí ayer a unas caderas tropicales.

Caracas se extiende por el valle del monte Ávila como una enfermedad vírica. Desde la cota mil, la carretera que rodea la ciudad por el norte, se ve la enorme explanada de hormigón armado y esqueletos de casas por terminar. En la plaza de La Candelaria, de pasado colonial español, todo está ajado, a medio hacer. Una de las zonas más bulliciosas de la ciudad, en la que destacan las tiendas de electrónica con enormes colas de clientes. Todo el mundo me comenta que la sociedad venezolana es una de las sociedades más consumistas del mundo. Cobran y gastan a base de quincenas.

En medio de las revoluciones aflora el dinero. Nadie se fía de un banco en plena revolución. Sin embargo, aquí están todas las entidades bancarias internacionales más importantes, entre ellas el BBVA y el Santander. Y no están por altruismo, ni por apego a la revolución.

Escribo con un bolígrafo de Petróleos de Venezuela (PDVSA), lo que aquí es toda una declaración de principios.

viernes, 12 de enero de 2007

Simón Bolívar


Clase de economía revolucionaria en metro

Ayer tomé el metro de Caracas por primera vez. Para ir al trabajo. Cuatro paradas de metro, y después una furgoneta con los cristales tintados. No arranca hasta que todos los asientos están ocupados y hay gente de pie (quiero decir, encorvada). Se paga al bajar, no al subir. El metro de Caracas, según todas las opiniones, es más seguro que la superficie. Lo cierto es que es más limpio, y puntal y eficaz. Pero tiene algo de hipócrita: hoy vi a un guardia del metro, en la plaza de Venezuela, recriminando a un joven que estuviese auclillado, esperando: "mala imagen, pana". Asombroso.
Si el cambio oficial de la revolución dólar contra bolívar está a 1/2.180, y el mercado parelelo te pagan el euro contra el bolívar a 1/4.500, ¿qué ocurre con el país? Que la inflación se dispara. En 2006, la inflación venezolana fue del 17%. ¿Que haces con los bolívares? Te los gastas. ¿Qué pasa con la demanda de divisa? Alza el vuelo. Y sube el precio. Resultado: "los bolívares no los quieren ni en Colombia". Papel mojado, papaíto.
Publicado por Venezuela Jonrón los 18:31 1 comentarios
miércoles 10 de enero de 2007

Perplejidad

Este es un tipo venezolano con el que me topo todos los días en el ascensor. Uno de esos "ninís" (ni Chavistas ni opositores duros) que pasan más desapercibidos de lo que debieran. Paseé en coche, aquí nadie pasea a pie, por el Country Club. Un club de golf en pleno distrito de Chacao. Los caddies y los señoritos cruzan la calle, recién salidos del hoyo 18, con sus hierros y maderas en la mano. Caracas tiene cinco alcaldes, y un mayor. Uno de ellos, Juan Barreto, se propuso expropiar el Country Club, uno de los símbolos de la clase alta caraqueña. Desgraciadamente, incluyó en los planos terrenos en los que se asientan varias embajadas. Con la consiguiente diatriba diplomática. Desde entonces, silencio.
Veo ahí abajo a mi madre y me doy cuenta de que está pensando, con cierta resginación: "A ver que va a decir hoy mi muchacho..." Así comenzó Hugo Rafael Chávez Frías el discurso de investidura de su tercer mandato. Tres horas después, concluyó.
Publicado por Venezuela Jonrón los 20:44 4 comentarios
martes 9 de enero de 2007

Conversaciones en Caracas

Ayer fui a cenar a un restaurante chino. En Caracas, claro. Mi anfitriona, Ana, que me ha acogido en su apartamento del edificio Alhelí preguntó al camarero si se podía fumar. Este (mitad chino/mitad venezolano) le respondió mientras servía la cerveza: "... si tiene cigarrillos".
Eran chinos híbridos. Una extraña conexión del Pacífico. Serenidad y profesionalismo. Pero se volvieron locos, como todos los chinos (incluso los venezolanos), al pedir un rollito de primavera para un amigo que todavía no había llegado. Serenidad, profesionalismo y un racionalismo rectangular.
En la cena también se comentó la historia de un gobierno venezolano de hace unas décadas (no se precisó) que mandó encerrar a un astrólogo por pronosticar la muerte del presidente. Y de tábanos amarillos con los ojos rojos que van en parejas picando a todo foráneo que osa surcar el delta del Orinoco. Y que la mejor manera de evitarlos es mezclando alcanfor machacado con aceite para bebés, y que....
Publicado por Venezuela Jonrón los 19:39 3 comentarios
lunes 8 de enero de 2007

El viaducto y la guayaba

El aeropuerto internacional Simón Bolívar, ubicado en Maiquetia, a orillas del mar Caribe. El 5 de enero de 2005, el viaducto que unía Caracas con el aeopuerto, se desplomó. Negligencia. Se dejó ir, se dejó ir y acabó cayéndose solo, me comentan.
Cortando de este modo las comunicaciones y forzando una trocha que serpentea rodeando los montes que protegen Caracas. Drama nacional: la capital y el principal aeropuerto de Venezuela pasaron de requerir treinta minutos de trayecto a casi tres horas. La gente iba en mototaxi con las maletas en la mano, se hacía noche en el camino para llegar al día siguiente al aeropuerto debido a los colosales atascos. El Gobierno trató de volar los restos pero, lamentablemente, hubo un error de cálculo y se derrumbaron algunos cerros colindantes. Las obras de reparación están en marcha: unos dicen que estará listo para mediados del 2007, otros que para el 2009. Pero ambas opiniones utilizan la misma expresión para definir el espacio-tiempo: ahorita.
Mi primera consumición bolivariana: un jugo de guayaba grande. 2.700 bolívares (menos de un euro). D-e-l-i-c-i-o-s-o.
Publicado por Venezuela Jonrón los 16:57 3 comentarios
viernes 5 de enero de 2007

Santa Bárbara Airlines
Así comienza su propio relato. "Santa Bárbara Airlines nace en 1996 como empresa de servicios aéreos, por iniciativa de un grupo de ganaderos de la Región del Sur del lago Maracaibo". Lo que se conoce como diversificación empresarial. El lunes despego y aterrizo con ellos. Madrid-Caracas, ocho horas de vuelo en el que, según el billete, me ofrecerán un comida ligera.Santa Bárbara es la patrona de los mineros, lo cual encierra una paradoja con múltiples interpretaciones.
Publicado por Venezuela Jonrón los 1:46 0 comentarios
martes 2 de enero de 2007

Las Tetas de María Guevara
En la Isla Margarita, uno de los principales reclamos turísticos de Venezuela, existen dos monumentos nacionales. La Laguna de las Marites y Las Tetas de María Guevara. Tal cual. Para estas últimas, el folleto turístico atrae de este modo la atención de los visitantes:"Visite a las dos pequeñas colinas gemelas de 103 metros de altura, cuya sugestiva apariencia recuerdan los senos de una mujer. Se supone que la tal María Guevara fue una hermosa mestiza muy atractiva y popular entre los habitantes pescadores de la zona. Los pescadores los utilizan como referencia para regresar a la isla".
Publicado por Venezuela Jonrón los 7:19 7 comentarios
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