domingo, 7 de diciembre de 2008

El asfalto del cielo


Ocurrió hace un par de semanas. Frente a mi casa hay una decena de plazas de aparcamiento. Para los vecinos que no poseen plaza en sótano. Entre ellos estoy yo, claro. Al lado del volkswagen solía dormitar una 4 por 4 (rústico, para los venezolanos), de color naranja con franjas zules, además contaba con varios extras de esos de aventurero de fin de semana. Luces especiales, extractor elevado del radiador, portabidones exteriores, etcétera. En fin, todo de lo que carece el mío. Una mañana lo robaron. El 4por4, quiero decir. Mi volkswagen amaneció sin pareja. Pero también sufrió. A las 6 y meda de la mañana, cuando los pájaros todavía están con el primer café, me despertó el vigilante. !Baje, rápido, han tratado de robar "la nave" (a mi carro lo llama "la nave" con una ironía más que evidente)". Traté de lavarme la cara (sin acertar del todo), agarré las llaves y llamé al ascensor. El vigilante llevaba tomando café toda la noche. Estaba ebrio de cafeína y sorpresa. Me explicó: los "choros" habían tratado de abrir mi carro (cosa improbable, porque en esa época estaba sin batería, lo cual nos llevaría a otra historia más larga), después habían roto la antena de la radio de mi carro (la radio tampoco funciona habitualmente, sólo Radio Nacional de Venezuela, el canal público, y en determinados tramos, preferentemente cercanos a las montañas) y la había utilziado como ganzúa para abrir el otro carro. Lo consiguieron. Y ya no está. El vigilante del turno, a quien había sustituido mi despertador, se había dormido. Lógico, pensé (yo mismo todavía con los pensamientos esquivando sueños). El nuevo vigilante continuaba con la perorata. A la vez, me enseñaba "el hierro" (la pistola), con orgullo. Decía que la quería haber podido utilizar, y me preguntaba si quería una. Parapadeé de sueño y asombro. "No, gracias, chamo, mientras tengas tú una..." Días después, volvieron a tratar de llevarse el volkswagen. Entonces, el problema era el carburador (ya funciona). No han vuelto, con razón. Tiene que ser desesperante tratarte de llevar un carro que no va. Como la vida de esta palmera, a la sombra de los árboles de hormigón.

2 comentarios:

Carlicomico dijo...

Verdad que la palmera mucha sombra no debe dar, y como dice el dicho, "quien a buen carro se arrima, pon las tuyas a remojar"

Anónimo dijo...

Qué bueno, colega, intentan robarte el coche y no va. Qué trauma. Ha sido bastante divertido este post.
Abrazos, "chamo".
Óscar