martes, 9 de junio de 2009

Risas de oposición

En vez de un casero, como es habitual, tenemos dos. Dos hermanos, de familia italiana. No se puede decir que sean "afectos al oficialismo", como suelen narrar los cables de las agencias de noticias. Uno es más alto que el otro. Uno trabaja en una empresa que sirve a la petrolera estatal Pdvsa; el otro tiene una fotocopiadora/papelería debajo de casa. Cuando tienen ganas de hablar, se suelen pasar por casa. Así, con el desparpajo de una amistad que no es tal: de hecho, muchas veces esa amistad no es más que el disfraz de venimos-por-el-cheque-mensual. No obstante, no hay problema. Nosotros pagamos cuando queremos, y ese retraso es casi otro gesto de esa amistad tan desinteresada. Nos llevamos bien, pues.

El otro día hicieron una de esas visitas súbitas. La excusa: venimos a ver cómo están las obras de la casa. La casa ya no está en obras, sólo quedan escombros a modo de instalación digna de cualquier feria de arte contemporáneo. Subieron. Coincidió que yo llevaba puesta una franela roja-rojita de esas de la "revolución alegre". Es bonita y cómoda. Las regalan a espuertas en los mítines oficialistas. Tiene una gran V blanca de "venceremos" sobre un fondo rojo sangre. Primero mostraron sorpresa, después risa nerviosa.

"¿No bajarás a la calle con esa franela? Jajajajajajaja. Los vecinos se volverían locos, arrechos. Este no es un barrio rojo-rojito. Jajajajajajaja. ¿No tendrás una para regalarme, y caerle a bromas a los huevones esos de la revolución? Jajajajajajaja", y así sucesivamente hasta que, finalmente, tras departir sobre los divino y lo terreno, concluyeron con el ya clásico: "Yo me quiero ir de esta mierda de país".

Yo les bajé a acompañar en el ascensor para abrirles la puerta de la entrada. Durante todo el viaje en ascensor, los siete pisos, no pararon de reírse como niños pequeños ante un chiste irresistible. El chiste era yo, claro, con la franela roja. "Es para cagarse de risa", decían, quitándose las gafas repletas de lágrimas que salían a borbotones como si sus lacrimales fuesen aspersores. Volví a subir mirándome al espejo con cara de perplejidad.

Me hacen falta unas vacaciones, pensé.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

jejej, como son!!

viste mi lista de recados!!

eso unas vacas siempre vienen bien!!
besitos
A.

Anónimo dijo...

Ánimo Fon,
Ya. Ya hay ganas de verte. Ya falta menos, ya pronto estarás vacilandote ese aire latino, tan del gusto de tus conejitos españoles, los ya fieles y los que están por sorprenderte. ya Verás. Ya!

Besos
E.

caballo dijo...

que distorsión...

hace dos años que fui y estabaa en medio de los preparativos de una boda cuando fui a acompañar a la futura esposa a escoger la mantelería:

ESTÁS LOCA? ROJO NI DE VAINA, DESPUÉS VAN A PENSAR QUE SOY CHAVISTA.

SALUDOTES!
ANGELA

juan dijo...

los triples del reflexivo, kaka, cr7... cuando vengas tendremos que celebrar unas cuantas cosas señor!

un abrazo y hasta pronto.

fon dijo...

A: Sí, sí la vi, la vi. A ver qué es lo que llega...

E: No entiendo nada de lo que dices. Puro humo, que decía ek gran Cabrera Infante.

Angela: tú lo sabes mejor que yo, jejejeje... Cada vez entiendo menos. Espero que mi visita a las españas me ayude a refrescar la mirada...

Juan: Listo, tiene (tenemos) el anillo. Y que vengan ahora los críticos del blanquito soft. Ni Howard, ni Ming, ni Kenyon Martin. Grande Pau! Lo dijo Magic: sin Pau no habría anillo.

Ponle agenda a la celebración. Llego el 22.

Anónimo dijo...

alfons!se me olvido ponerte en la lista que me trajeras platanitos!!jeje