miércoles, 5 de mayo de 2010

Geopolítica, hemorroides y otras vainas

No creo que sea como éste. Pero también es un flotador, lo que me sirve para ilustrar la historia de hoy. Todos los boletos aéreos los saco a traves de una agente de viajes. Siempre me ha ido bien: me guarda las reservas algo más de lo permitido, me permite cambios bajo cuerda, me avisa de ofertas, y siempre, siempre, me trata de "miamor". Volví a llamarla para un boleto Bogotá-Caracas-Bogotá. Esto fue lo que me dijo por teléfono:

- Ay, miamor. ¿Cómo te va? Me agarras en casa. Así que desde Bogotá. Ok, veamos, ahora no es fácil, ¿sabes? Estoy en la casa, en mi casa. Porque me han salido hemorroides, y es horrible. Horrible. Aunque la casa es divina, la he dejado súper chévere. Es pequeñita, apenas 60 metros cuadrados. Pero es tan linda, que me dan ganas de quedarme a trabajar desde acá. Pero, claro, con las hemorroides es un fastidio. Estoy aquí sentada, sobre un flotador, mirando la compu. De Bogotá a Caracas, me dijiste. Pues es un problema, porque ahora, con todos los problemas geopolíticos entre Venezuela y Colombia, no están dejando sacar boletos de allá para acá, de aquí para allá, sí, eh. De eso no te preocupes. Pero de Colombia aquí, no; así que deja que pregunte a una amiga que tengo en Avianca y te comento, mi amor. Ay, pero tendrías que venir a ver la casa, es tan linda. Si no fuera por las malditas hemorroides... Y encima, mi médico, está de vacaciones en Miami, así que no pude ir a verle. Menos mal, que logré contactarle por skype, y me dijo lo que tenía que hacer. Ay, es horrible, en serio. Llámame en unos días, ¿okey? Buen día, mi amor.

La vuelvo a llamar, tres semanas después.

- Miamor, ¿cómo estás? ¿Adónde quieres viajar, o vienen a verte? Estuve en Orlando y Fort Lauderdale, en la Florida. Me encanta Miami, que pena de país. Cada vez que regreso me entra una melancolía. (Suspiro prolongado)... Ah, lo de Bogotá. Nada, no sé nada. He hablado con mi amiga, pero resulta que la han echado, han botado a todo el personal de oficina de Avianca. Así que hay que esperar. Sí, sí, parece que está mal. Ay, menudo país. Tú sabes. Ya estoy otra vez en la oficina. Así que lo que quieras, me llamas a allá. Ciaito.

Le cuento la historia a un amigo. Pienso que se va a reír. Sólo echa media sonrisa, con la mitad de la boca:

- ¿Qué?-.
- Que yo tengo hemorroides. Tiene razón "tuamor". Son horribles.

1 comentario:

juan dijo...

eres finito
finito de córdoba!
a tu salud.

pd.
¿Querido Segurola cómo definiría en una frase la carrera de Guti en el Madrid?
Hermosa y maldita.