miércoles, 3 de febrero de 2010

Fábula con araguaney y presidente


Un cuento viejo del joven Caribe revolucionario. Hace un par de años entrevistamos a un ministro, aún en el cargo, de cuyo nombre no quiero o no logro acordarme. Hablamos largo y tendido, con cordialidad y entre pastelitos confitados. Un despacho amplio y luminoso. Próximo al final de la conversación, dice:

"Les voy a contar una pequeña anécdota, para que vean la humanidad del comandante. Tiempo atrás yo trabaja cerca de su secretario, de su edecán como se decía antes. Estaba cayendo la noche, y el comandante trataba de solucionar algún asunto importante que se había complicado. No recuerdo las razones. Como solía hacer en las ocasiones que necesitaba reflexionar, salió al jardincito donde estábamos. Pasear ayuda a pensar, decían los sabios antiguos. En un momento dado, apoyó su mano en uno de los altos y hermosos araguaneys del jardín. Quizá se detuvo al vislumbrar una solución. Lo desconozco. Lo cierto es que algún insecto malicioso que corretaba por la corteza del araguaney, picó la mano apoyada del comandante. En un gesto reflejo retiró la mano, e hizo ademán de golpear y matar al insecto. Algo común que todos, absolutamente todos, habríamos hecho. Sin embargo, instantes antes de acabar con la vida del pequeño insecto se contuvo, y dejó que el insecto siguiese con su camino. Yo mismo fui testigo. Es algo verdaderamente fuera de lo común, estarán de acuerdo conmigo. Sólo les cuento esto para que entiendan la humanidad y amor que desprende el comandante".

7 comentarios:

nacho dijo...

casi tan humano como tu fon

Anónimo dijo...

Una historia digna del Libertador remontando el Magdalena, al borde de la muerte que tan bien describe Gabo.

Vivas tú, Fon!

Màrius

fon dijo...

Nacho: Yo hubiera matado al insecto, y hubiera escrito otra historia, sobre la sanguinaria poesía de mi carácter...

Màrius: Gran amigo y lector culé, no me sonrojes. Qué me dices de la obra de arte de Gutiérrez en Coruña, ¿digna de Gabo?

Anónimo dijo...

jajajaja, graaaande Fon! Fue una gran asistencia, y estuve a punto de escribirte para mencionarlo.

Claro que después vi entre los Riazor Blue, en un plano para nada intencionado de la televisión catalana, una muñeca hinchable con peluca rubia y la camiseta de Guti... y no pude!!! jajaja

Anónimo dijo...

jo,jo! Vuelvo al sur.
Besos desdoblados.
E.

David dijo...

Eso es por guardar el buen karma, Fon, que no te enteras, el Comandante, haciendo caso a la popular canción, cuando el resto va, él ya vuelve de allí, por eso toma este tipo de sutiles precauciones, además de impartir semejantes lecciones a los que le rodean, no vaya ser que en la próxima vida se reencarne en un insecto, concretamente en una pulga cojonera. Take it easy, bro!

Ambrosius de Königsberg dijo...

Guardiola tampoco hubiera matado el insecto, habría razonado con él y luego se habría echado a llorar, emocionado, como cuando gana al Atalante.