martes, 11 de noviembre de 2008

De la flojera como una de las bellas artes

En efecto, una de las más bellas artes, no siempre bien ponderada, es la flojera (pereza). Y en Venezuela la cultivan con gran cuidado y esmero. Andábamos por Chuao, en la costa de Aragua. Cuna del mejor (dicen) cacao del mundo. La economía de Chuao gira en torno al cacao, pero es una rueda que gira sin muchas prisas. A Chuao sólo se puede llegar en lancha, puesto que el recorrido a pie desde Choroní, lleva (dicen) algo más de dos días. El pueblo es tan sencillo como hermoso, no sobra nada. Están los elementos básicos de fábula infantil: una plaza, una iglesia, un puesto de policía, una parada de bus. El resto son casas y licorerías. Las calles son limpias y sin asfaltar, perfectas para caminar descalzos. Hay un autobús pequeño que trajeron entre cuatro lanchas, y dos camionetas desvencijadas. Y cacao, claro. El autobús hace el recorrido Playa-Chuao-Playa cada dos horas y media. En los vidrios del autobús, (no todo el bus tiene vidrios, algo que se agradece), se lee: "Las mujeres interesadas en ligarse (las trompas) pueden acudir a la parroquia de Chuao para informarse". Es un anuncio interesante y que da que pensar, en los veinte minutos que dura el trayecto, acerca de las relaciones entre los sacerdotes y la comunidad, (y de la comunidad entre sí, claro está).

Para llegar a Chuao hay que caminar unos cuarenta minutos a la sombra de las palmeras, los plátanos y las plantas de cacao. Es un paseo maravilloso. Hace un calor extenuante y la luz es blanquísima, de esa que achina los ojos. El color verde se vuelve translúcido. Dicen que hay dos policías, un hombre y una mujer, y que sólo se ponen los uniformes los fines de semana, cuando se dejan caer algunos turistas, a modo de disfraces. Entre semana ponen a secar el cacao en la plaza. En la pequeña playa, en cuyo extremo oriental desemboca un pequeño río que sirve de aparcamiento para las lanchas de los lugareños, hay varias chozas que actúan a modo de restaurantes. Allí me dirigí a encargar cuatro pargos con banano frito, ensalada y ron. Había cuatro personas que se balanceaban a modo de segunderos en sus hamacas. Saludé, y pregunté por la cocinera. Le expliqué lo que queríamos. "¡Ay, musiú, es que me da una flojera! ¿Cuatro quiere, seguro? No sé, no sé". Debió ver mi mueca de asombro (y de hambre). Sonrió, bajó la mirada. De otra de las hamacas, una que se movía más despacio (los minutos, pensé), emergió la cabeza redonda de un hombre. "Vamos, Evelyn, en un ratico lo tienes listo", dijo. Y volvió a sumergirse en el conteo de los minutos. Evelyn no lo tenía nada claro, y rascaba con una uña la corteza de la palmera que les daba sombra y apoyo a sus hamacas. "Ay, señor", suplicó, y por un momento pensé que estaba obligándola, mientras veía detrás el cartelito de madera pintada que ponía "restorán". "Así arregla el día, y ya acaba", reflexioné en voz alta. Funcionó. Me llevó a la cava donde guardaba el pescado: roncadores, pargos, carites... Escogí los más grandes. Finalmente, cuando vi que encendía el hornillo del gas, salivé.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

jejeje, que tipico!son tan flojos...
todo fino fon?
besitos y a cuidarse!
A.

Carlicomico dijo...

Cabrones avisad la proxima vez que vayais a Chuao. Nada como hacerse el paseo playa-chuao-playa con una llovizna que suaviza el calor y tornasolea con brillos y reflejos los verdes...
Muy verdadera esa sensación de culpabilidad que te entra al pedir algo y ver que se les está violentando su paz. En Chichiriviche me ha pasado preguntar si tenían empanadas y recibir un "no" tan seco como la arena, y después, como con compasión: "pero le puedo hacer...de qué las quiere?" Y a mi me daba pena sacarla de su bienestar y hacerla trabajar por dos o tres empanadas...

Carlicomico dijo...

Por cierto eso de "musiú" de veras te lo han dicho?
Yo lo he leído en algún diccionario venezolano-español, pero nunca lo he oído en directo...

Anónimo dijo...

Fantástico post. En Italia del sur he tenido experiencias parecidas. Sergio.

Anónimo dijo...

Buena pieza. Mira... la próxima ocasión en playa Chuao no olvide preguntar por el local de las empanadas de la Sra. Prica, y sobre todo por su hija, verdadera delicia del lugar. La experiencia marca, no quedando mas remedio que resignarse a estudiarlo todo de nuevo. Un sueño porno, Fon.

Abrazos con aroma a ciudad y piel.
E.

fon dijo...

A: Fino y esbelto, cómo va el inem?

Carlos: Pues sí, dijo musiú, o así lo recuerdo, al menos, y también me sorprendió. Era de esas cosas que se leen y parecen no escucharse...

Sergio: Conexión Venezuela/Sicilia. Hacía tiempo que no te veía por aquí... Un saludo

E: Desde luego, la próxima me paso por las empanadas de la señora Prica, y le digo que me las prepare su hija.
(Me estoy volviendo loco con el techo de la ballena, pero algo te llegará...)

Anónimo dijo...

"(s)pigazu"

Muchas gracias por el esfuerzo con los libros, ya estoy pensando en alguna receta para hacerte uno de esos guisos que tanto te gustan.

En otra nota, me comentan que andas algo desatado, ¿Problemas hormonales?.
Besos
E.

Anónimo dijo...

jejej, E, eso fon eso te lo tienes muy calladito!!

sigo en el inem, estoy empezando a obstinarme de verdad...

besitos

A,

Ambrosius de Königsberg dijo...

Cabrón, yo también me he quedado salivando....

Anónimo dijo...

Si llego yo por ahí con hambre me prepara la paisana una parrillada Blimal y me quedo tan ancho!!! Yo con hambre rompo la paz de... bueno, ya sabes Fon. Un abrazo

Anónimo dijo...

gracias por la foto ya que la necesitaba ¡ah son tan flojas las respetables personas de nuestros pueblos que luego de una noche de "Rumba" a las 6:30 AM estan en pie de lucha para una nueva jornada de trabajo en la HACIENDA DONDE SE COSECHA EL MEJOR CACAO DEL MUNDO!!!!!!!!!!!!!1UN PLACER LA PROXIMA VEZ SE VA POR LA MONTAÑA Y COMA CACAO QUE ESE YA ESTA PREPARADO.