miércoles, 26 de septiembre de 2007
La luz y el tiempo
lunes, 24 de septiembre de 2007
Llaneza andina
domingo, 23 de septiembre de 2007
El frío del Caribe
En los Páramos, no hay vegetación, apenas unas plantas llamadas frailejones, que no se comen pero desprenden un aroma delicado. En esta zona se encuentran los bosques más altos del mundo, a 3.400 metros, y en las lagunas creadas por los glaciares andinos, nadan las truchas típicas de la región. Casi todos los lugares, comienzan por Mucu (Mucubují, Mucuchíes, Mucurute), que era el apelativo de los indios de la zona al dios Sol. Lógico, el frío acojona, y recurres al Sol.
En el descenso, ante el paisaje desolado por los vientos gélidos que se enfrentan en las cumbres andinas, una pintada en la parte de atrás de un cartel me deja anonadado: "Bel, creo en tu amor como creo en Dios". Y me imagino al enamorado aterido de frío con el spray en las manos, escribiendo apresurado por los nervios. Quizá, divago, sea uno de los estudiantes del seminario frente a mi hotel.
martes, 18 de septiembre de 2007
En procesión
lunes, 17 de septiembre de 2007
Puntos de vista
jueves, 13 de septiembre de 2007
La verdad
No vende sus obras, no cobra entrada. Y ofrece un café negro hecho por su mujer, también conocida como la asistenta del artista. El calor en Todasana es asfixiante, y la gente vive en las sombras. Kafella, a la tarde, se recuesta en unos cojines en la puerta del museo de la Verdad con la barriga venezolana al aire y charla amigablemente con sus hijas y otros niños del pueblo. Es de los pocos blancos de Todasana. Todos le conocen. Desde kilómetros antes de llegar al pueblo, a lo largo de la la hermosa costa del estado Vargas, el viajero puede ver pintado a brochazos en varias piedras de la cuneta de la carretera el anuncio: "Welcome to the Truth´s Museum. Behind the church, in Todasana". Y allí está, efectivamente, tras la iglesia: el Museo de la Verdad.
miércoles, 12 de septiembre de 2007
Clásicos venezolanos
viernes, 7 de septiembre de 2007
La forma y el fondo
Y es que el presidente venezolano se despertó el otro día con la idea de que Caracas debía cambiar de nombre. Es más fácil cambiar los nombres de las cosas que las cosas en sí. (Es un axioma fundamental en estrategia política). Ahora será, o así consta en la propuesta de reforma constitucional que caldeará el ambiente político hasta que sea votada en diciembre, Caracas Cuna de Bolívar. Se pudo ir más lejos, pues llegó a proponer el cambio completo a Reina Guaraira Repano ("Nido de abejas", o "Lugar de dantas", según versiones), tal y como los indígenas bautizaron el Ávila . Sin embargo, el comandante, pocos días después, dio marcha atrás, y argumentó que había recibido quejas porque tal nombre aludía a una supuesta monarquía. "Si esa palabra es inconveniente, se modifica. No tengo problema. Lo importante es el fondo, no la forma". Lo que no se puede cambiar es que Caracas continuará estando en su sitio: desembarcas en La Guaira, rodeas el Monte Ávila, y allá está, como una alargada salchicha de expansión vírica: Santiago León de Caracas.
En fin, paradojas que recogemos a orillas del Caribe.
jueves, 6 de septiembre de 2007
En venta
miércoles, 5 de septiembre de 2007
Reflexiones líquidas
1) Parchita (maracuyá): el rey de los jugos para los recién llegados. Sorprende por la curiosa mezcla de acidez y dulzura. Arranca en un primer momento como un cítrico para, en el último instante, dejarnos arrebatados con un estallido de dulzura que deslumbra el paladar. Conviene, por su componente sorpresa, no abusar de él. El paladar tiene que olvidar ese brusco y delicioso contraste para disfrutarlo en tus totalidad.
2) Patilla: Aquí las patillas son alargadas, oblongas. No he visto una sola sandía/patilla redonda en Venezuela. Es fresco, dulce, y con mucha agua. Ideal para las mañanas ratoneras, tras la abundancia nocturna de cervezas. También recomendable para acompañar a las arepas. Jugo de primera o última hora, esquiva el mediodía.
3) Durazno: El jugo de la merienda. Alimenta por su densidad y abundancia de restos de la fruta. No está bien filtrado, y esa es su grandeza. Más que tragarlo, se mastica. Dos suponen una considerable panzada. Parece menos sabroso, pero a última hora desvela su elegante vinculación melocotonera.
4) Conejo (naranja+zanahoria): El jugo energético por excelencia. Pura inyección de vitamina C. Despierta al cuerpo con una bofetada de vitalidad. Debe de ser la conexión naranja. La zanahoria rebaja la potencia extrema de las naranjas tropicales (ligeramente más amargas que las mediterráneas). Es desconcertante por su sencillez.
5) Piña: Un clásico que en Venezuela adquiere matices propios. También basa su encanto en el deficiente filtrado. No está bien colado, y no debe colarse perfectamente. Es delicado, y ataca directamente la sed. El jugo playero: arena, mar y piña. Recuerdo que en Guatemala, el año que se cayeron dos torres idénticas, los campesinos te vendían las piñas abiertas a machetazos como sustituto del agua, que era imbebible. Uno bebía las piñas. En Venezuela, el sistema es más sofisticado, pero el objetivo es el mismo. El mejor líquido.
martes, 4 de septiembre de 2007
El ministerio
En el ministerio, todo es relativo. Igualmente, su ministro: el ínclito Pedro Carreño. Quien señalase que los decodificadores de tv por cable contenían cámaras espías "made in el imperio", quien señalase que Vladimir Montesinos, el truhán comparsa del nipón andino, Alberto Fujimori, no sólo "no está escondido en Venezuela si no que está muerto" y fue detenido a las pocas semanas en Caracas; para quien el que detengan en Buenos Aires a una persona invitada a viajar en un vuelo privado de la petrolera estatal venezolana PDVSA con 800.000 dólares en metálico en un maletín es algo "normal que sucede todos los días en todo el mundo". Y así sucesivamente.
lunes, 3 de septiembre de 2007
Dos barrios
El 23 de Enero se encuentra al otro lado de la autopista que divide en dos a Caracas, en el cerro de enfrente. Fue construído por el general y dictador venezolano Pérez Jiménez. Desde el aeropuerto se ven dos grandes anuncios sobre sendos bloques del 23 de enero: 1) Rumbo al socialismo bolivariano 2) Toyota, avanzamos juntos. Una buena metáfora de la Venezuela bolivariana.
Son 52 bloques de edificios gigantescos, de aspecto soviético pero con un excelente diseño urbanístico (disciplina ausente en la capital venezolana). Es el corazón del chavismo caraqueño. Aquí viene a votar el presidente Hugo Chávez, como si habitase en la zona. Es un lugar peligroso, dicen, algo que la prensa venezolana certifica en sus páginas de sucesos todos los días. Mi acompañante me llevó a comprar una botella de la mejor "guarapita" (aguardiante de fabricación casera aderezado con jugos naturales) a una casa enrejada. 10.000 bolívares, 2 euros. De color rojo sangre. Ahí lo tengo, guardado en la nevera, esperando la visita adecuada.
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