lunes, 29 de octubre de 2007

Cae el agua

Ocho horas en autobús, una hora en avioneta, cuatro en curiara (barca) y una caminando una empinanada senda repleta de raíces, y llegas al Salto del Ángel, o Kerepakupai-merú ("caída de agua hasta el sitio más profundo"), en pemón. Es la mayor caída de agua del mundo, 979 metros, y debe su nombre a un aviador y buscador de oro y diamantes, Jimmy Angel, que aterrizó en la cima en 1937. Al aterrizar, Angel incustró el avión en el suelo, de modo que tuvo que bajar caminando: 7 días se tarda en bajar, según los indígenas pemones, que son quienes actúan como guías en la zona.

El Parque de Canaima, donde se encuentra el salto, es una ensoñación. El agua de los ríos es de color ron debido a los minerales y está plagado de tepuys (montañas de cima aplanada) rodeadas por coronas de nubes, que vierten agua por todos lados. El verde es una manera de mirar, y el sol, a mediodía, rasca la piel como un cincel invisible. El agua es fresca, y según los pemones, es potable. Los mosquitos van y vienen. Todos, absolutamente todos, los que lo visitan no pueden evitar ensimismarse durante algunos minutos al contemplar la grandiosidad inmutable de la naturaleza. Después están los saltos de agua del Sapo, Sapito y Hacha. Uno puede transitar tras la cortina de agua. Un tromba de agua de potencia asombrosa. Allí es donde un entiende sobre el terreno las posibilidades de la hidroeléctrica. Al traspasar la caída del agua, se percibe sobre los hombros la fuerza inapelable del agua. El estruendo es ensordecedor, y uno tarda en encontrar las palabras para narrar lo que se percibe metido en semejante marabunta. Acojona, amigos, acojona.

2 comentarios:

Sergio dijo...

Tengo entendido que es carísimo visitar la zona. A mí me encantaría: uno de mis libros favoritos cuando era pequeño era "El Mundo Perdido", ambientado precisamente en una de esas montañas planas de Venezuela.

fon dijo...

Sergio: Es caro desde Spain, desde Venezuela, con la locura y las grietas del tipo de cambio, no lo es tanto (150 euros). ¡Coño, lo de El Mundo Perdido, lo acabo de escribir en el post de hoy! Yo vuelvo a ir seguro, me avisas y te oriento.