Hurgando entre las fotos que se me acumulan en la cabeza, me topo con esta estupenda estampa venezolana. Y me quedo un rato mirándola. Venezuela siempre se mira en un espejo convexo, para adaptarse al perfil de la barriga inmensa que puebla sus calles y playas. La barriga como opción estética, como principio moral. Venezuela es una gran barriga. Literalmente, sin ínfulas metafóricas.
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4 comentarios:
hablando de barrigas... en pocas horas aterriza en caracas nuestro pequeño amigo barbudo, cuidamelo bien y que no se acerque mucho a los malandros.
Pasadlo molt be.
Un poco de envidia si me dais ;)
besos y jugos de parchita.
jorgin.
Por cerrar el tema de Caracas y Buenos Aires, su relación más estrecha y no se si única, es la vocación cinética de ambas ciudades.
Un abrazo
Eneas
¿Y que narices hace Erik perdido en mitad de Argentina?
Ya he resuelto el problema de la casa
Jorgín: Ya vuela el pequeño amigo barbudo. Ya le he sacado el carné de malandro. La envidia reverdecerá cuando te narre las historias a pie de revolucíón.
Eneas: Cinético estás tú, amigo Zweig
Sergio: Erik vive y trabaja en Córdoba, en el Centro Cultural de España, felizmente casado. ¿Dónde moras ahora? Por cierto, test de asturianía: ¿quién gana el mundial de f1? Responde son seria ironía.
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