
Me encanta esta fotografía, tomada en Chuspa, litoral central venezolano. Medio tapado por las cajas de patatas fritas, uno de los infinitos retratos del Libertador Bolívar. Pasado y presente. Por cierto, entre las declaraciones del presidente de los últimos días la prensa parece haber pasado por alto una de las más hilarantes: el presidente cree, tras investigar y consultar con expertos, que el Libertador no murió de tuberculosis, como relatan los sesudos estudios históricos. Si no que fue asesinado: a Bolívar lo mataron. Y durante horas expuso en cadena nacional las pesquisas y razonamientos. Es más, instó al fiscal general de la República, a que abra una investigación formal sobre el tema para que salga a luz la verdad sobre el deceso del Libertador. Y es que hay gente que no puede morir, si no es por aviesa mirada ajena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario