miércoles, 28 de febrero de 2007

Stop

Pasan los días, y Chávez continúa con sus acusaciones antiimperialistas. Ahora dice que la CIA está infiltrada en los Consejos Comunales. Y que hay varios planes de magnicidio que ha abortado. La gente discute sobre si realmente existe o no existe escasez de azúcar: haber hayla, que dicen en Galicia, pero hay que saber dónde encontrarla y tener billetes grandes para pagarla. Paseando por Santa Eduvigis, todavía me sorprendo de ver enrejados hasta los tendales. Ayer al llegar a casa, a la 1 de la madrugada, vi al vigilante profundamente dormido, el libro abierto plácidamente sobre el pecho, la pistola roncando bajo la axila. Y me contaron, en una tasca de Chacao, cómo algunas prostitutas que van a las cárceles del país esconden granadas en la vagina. Y que la cocaína que venden dentro de los penales es, en realidad, bicarbonato mezclado con aspirina. Y que los reclusos se ponen hasta arriba de anfetaminas por miedo a quedarse dormidos...

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