viernes, 8 de junio de 2007

Postales

Ahí están. Aguardando. Mientras la vida, y los carros, transcurren, y discurren, frente a ellos: la Guardia Nacional. No tengo muy claro a quienes esperaban, porque no había manifestaciones a la vista. Quizá fuese un simple despliegue militar, disuasorio. Cerca de la avenida Bolívar, en el centro de Caracas. Las manifestaciones se han calmado, y ahora se trata de cruces de declaraciones. El socialismo mediático: el gobierno del comandante ya ha entendido la necesidad de dar cancha a los opositores para que se desacrediten por su ingenuidad, y no enceder la mecha. Pero han tardado tiempo, bastante tiempo: es lo que tiene seguir patrones de los años 50 (el discurso de la guerra fría es copiado punto por punto en esta revolución tropical).

La metáfora de la mecha. Chávez habla sin parar y en cadena, es decir, retransmisión obligatoria de radio y televisión. A mí, personalmente, me saca de quicio. Esas ansias predicadoras, me dan dolor de cabeza. Su último ingenio es el concepto de golpe suave: a través de varias eventos catalizadores se logra configurar una opinión pública que precipite la caída del gobierno a través de la intervención extranjera. El problema es que es una metáfora que se creen tanto la oposición como los chavistas, y la cuestión es otra y la deben de resolver los venezolanos. Ellos mismo. Algo que olvidan demasiado a menudo.

"El imperialismo yanqui" lo explica todo, nos explica a todos. Incluso a mi, que trato de esquivarlo a base de golpes de cintura.

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