Como en todas las revoluciones, uno de los grandes negocios es la venta de banderas. Está por todos lados, y las llevan tanto los chavistas como los no chavistas. Debe de ser de lo poco en lo que están de acuerdo, aunque últimamente, los opositores le daban la vuelta (rojo, azul y amarillo) como signo de desacuerdo. Ante esto, los chavistas les saltaban al cuello con una de sus clásicos argumentos: apátridas. Y volvían a enzarzarse en si era o no delito juguetear con los símbolos nacionales, con responsabilidad penal.
Otro caso digno de interés y que requiere una reflexión más amplia es la utilización chavista de la camiseta de la selección española de fútbol. Por extensión, los chavistas absorben todo lo que sea rojo rojito, venga de donde venga. En la marcha del sábado, en la que anduve flirteando como journaliste, me sorprendieron la cantidad de camisetas de la selección española: raúles, sergiosramos, iniestas, puyoles deambulaban a ritmo salsero por las avenidas de Caracas. Coño, me dije, si en España conozco gente que califica de facha y franquista a quien porta la "elástica de la furia roja". Y es que en ideología política, la gente da más vueltas que una peonza, y se justifican las mayores estupideces con gesto adusto.
Por eso se agradecen comentarios como el siguiente, directos al hígado con el que pensamos, desde el centro de la marea roja: "Mira, chamo, a Hugo Rafael lo pusimos nosotros. Y nosotros, el pueblo, lo quitaremos cuando nos parezca. No hay más, y que se dejen de pelar bola los opositores. A Hugo lo echamos, los mismos que le aupamos".
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1 comentario:
Como te gustaría que hubiera GUTIS con esa zamarra!!!!
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