Son más de 2.200 kilómetros de frontera compartida entre Venezuela y Colombia. Una de las fronteras más calientes del planeta donde conviven elementos de las FARC, paramilitares, ejército colombiano, narcotraficantes que se venden al mejor postor, soldados venezolanos, la fantasmal guerrilla bolivariana e indígenas de las etnias wayuu, yanomami, jipis, entre otros. En fin, una divertido coktail para disfrutar al caer la tarde. Todo esto viene a cuento de la reciente "congelación" de las relaciones diplomáticas, dictada por el presidente Chávez, entre ambas repúblicas hermanas liberadas por el egregio Bolívar. Agitación, desconcierto: cruce de acusaciones. "Imperialista, peón del imperio, traidor, mentiroso". Etcétera. Venezuela llama aconsultas a su embajador en Bogotá, Pável Rondón. Colombia mantiene al suyo en Caracas, y le insta a que "permanezca tranquilamente en el país". Frente a la metáfora del congelador, un ex diplomático venezolano de la IV República, señaló que donde se habían metido las relaciones, más bien, era en el horno. Lúcida y acertada réplica.
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4 comentarios:
pretty map, my sweet heart.
¡coño, en inglés!
¿Cúando vuelves? ¿Pasas por el norte en Navidad?
En inglés, como tu mapa tipo Wellintong.
Un abrazo
E.
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