jueves, 1 de noviembre de 2007

La cama

La cama, a pie del Auyantepui. Y José Mato, guía pemón, preparando la hamaca y los chinchorros. Sin luz, ni agua. Sólo un techo de uralita por la lluvia, una mosquitera que parecía un colador, y unas brasas para asar pollos. Algo de ron para calentar el gaznate ante la fría noche de la jungla. Y el rumor colosal del Salto del Ángel. Al amanecer, el inmenso tepuy aparece cubierto de nubes. Poco después, se despeja la vista y aparece la caída de agua. Mudo, uno desayuna masticando las nubes. Y cada poco gira la cabeza, hacia la mandíbula gigante que vierte agua sin pensar en el tiempo de los hombres.

José Mato tiene un hijo. Pemón, claro. Le pregunto el nombre. "Angel Falls", responde, orgulloso, "como el Salto del Angel, pero en inglés". Caminando, nos decía: "Cuidado, ahí va la hormiga 24 horas. El dolor de su picadura dura un día". Masticando termitas, continuaba: "Atentos a la culebra doce pasos, no sé cómo la llaman ustedes, si caminas doce pasos tras su mordedura, mueres. Quédense quietos. Y que alguien los lleve a hombros. Los pasos transportan el veneno en la sangre hasta el corazón". No probé termitas, pero José Mato, hablaba maravillas de las termitas que uno se come sin masticar: "Acaban muriendo por los ácidos estomacales, pero la sensación de tener las termitas caminando por el interior de uno... ¡brrrrrrrr!" Y se ponía a vibrar como si una lavadora lo estuviese centrifugando. "A nosotros nos gusta esa sensación".

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me pico una de esas hormigas, y se me hincho la mano un monton, y me dolio durante dos dias muchisimo, pero no mori!!!pero es verdad, duele un huevo..

Aqui sigo vivita!!!

A. la fantastica

Anónimo dijo...

Tremendo viaje! Intenta el sobre vuelo a el Santo Ángel en la próxima. ¿No apto para cardiacos se dice?

Un abrazo

E.

fon dijo...

Fantástica: A ti todavía te dura el picotazo. Vivita y coleando!

Eneas: Vuelvo fijo, allí entendí lo del diálogo con la madre naturaleza...