jueves, 22 de febrero de 2007

Técnicas informales de caza del caimán

El mejor modo de captar la atención de una baba (caimán chiquito) de Guárico es aproximarse con sigilo, extender la mano izquierda y agarrar con fuerza en la derecha la botella de cerveza Polar Ice. Ligera inclinación del cuerpo, en torno a los 45º. Protección oficial: el casco caribeño que me lanzaron desde un cocotero en la costa pacífica de Guatemala allá por septiembre de 2001. Y alpargatas de esparto color burdeos.

El cruce de miradas entre el animal y el explorador es atronador. Dos bestias de la naturaleza en liza. Dos metros les separan, quizá menos. El sol en lo alto, como en los duelos del Lejano Oeste, quema el cogote de ambos contendientes. Cada segundo es un mundo, o dos. El tiempo se dilata en forma de chinchorro. Y la baba, tras la silenciosa pero agotadora disputa, decide volverse a su charca. Allí es la reina. El hombre vuelve a la habitación y se baña en una calderada de loción after-sun. Allí es un humilde cortesano.

7 comentarios:

jorgin dijo...

pero suelta la botella alguna vez cabronazo....cada vez me recuerdas mas a arinete.

Anónimo dijo...

Polar, esa cerveza. Me gusta el logo.

fon dijo...

jorgín: a ti te querría ver yo con este sol, en la botella caben muchos líquidos.

sergio: la polar es buena, pero pero la que a mí me gusta más es la Solera Light, por aquello de mantener la línea.

David dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
David dijo...

Veo que tu proceso de adaptación al medio ha concluido antes de lo previsto.

Desde ahora, la fauna venezolana puede presumir de contar con una nueva especie dentro de la familia de los anfibios: se trata de un tipo de caimán poco común que se nutre fundamentalmente de cebada...

A seguir reptando, colocho!

JaviA dijo...

llevo todo el finde pensando en la foto, y tras hacer mis propios calculos he determinado que la distancia que te separa del "animalito" es de al menos 4,5 metros...

fon dijo...

Tibiaslocas: no reconozco tu apodo pero yo, que estuve allí, te puedo asegurar que estaba a dos metros, no más... llevo la aventura en la sangre...