Llega el fin de semana, y todavía me queda una botella de catara (salsa picante de hormigas, que devoro en esta imagen). Caracas también pica: hay manifestaciones y cacerolazos ante el cierre/no renovación de la concesión del canal Radio Caracas TV. Ayer Chávez "encadenó" su discurso en el teatro Teresa Carreño (habitual escenario de sus peroratas), lo que significa obligar a todas las televisiones y radios del país a retransmitir íntegramente el sermón presidencial. De este modo, no se pudieron emitir las imágenes de los cacerolazos de la zona este de Caracas (mi zona, y fueron bastante esporádicos, la verdad).
Hoy a la mañana una caravana de tanques y vehículos militares de la Guardia Nacional apareció sin aviso ni explicación en las calles del centro de Caracas. "No pasa nada, chamos". Aunque unos y otros parecen empeñados en que algo ocurra. "Tensa calma: rumba en la noche", comentan los caraqueños más desinhibidos...
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