miércoles, 18 de abril de 2007

La liebre y la tortuga

El canal de Willemstad, capital de Curaçao, patrimonio de la humanidad por la Unesco. Y un tipo tratando de ganarle la carrera a su propia sombra, en un juego filósofico-matemático de larga tradición y que en muchas ocasiones se ha transmutado en la fábula de la liebre y la tortuga.

En el Caribe el tiempo tiene una cualidad especial, líquida.

Ayer, en una de esas fiestas de presentación de una revista, rodeado de toda una pléyade de ciudadanos "escuálidos" (antichavistas, en la jerga chavista), uno vuelve a asombrarse de la polarización y de la irrealidad en la que viven algunos venezolanos. De nuevo, no había ron ni cerveza. Brebajes de baja estofa, poco distinguidos. El whisky alcanza edad adolescente, 14 o 18 años. La impostura es excesiva, estrafalaria. La charla se maneja en las esquinas del bar, al margen de los corrillos de los grupos de interés y cuellos estirados. Allí, periodistas asalariados, apuran las últimas copas gratuitas. El sueldo no da para pagar consumiciones, que necesitarían líneas de financiación bancaria en el común de los venezolanos. Uno bebe y charla. Es la gente que sale a la calle, los que caminan a pie y agarran el metro quienes pueden hablar del país. El resto sabe lo que sabe a través de la televisión por cable.

Y es que en Venezuela, no van a pie ni los perros.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Si maradona es dios
ya tenemos su MESIas...

ceba

Anónimo dijo...

en venezela nadie anda...
Mesi corre que se las pela¡¡¡

ceba

Soy un robot dijo...

Lo de andar a pie, es una de las cosas por las que jose y yo hemos "quemado las naves". Ya en nuestros días de vivir en caracas, nos consideraban un poco locos por ir a pie (siempre nos ha gustado caminar) y de paso "QUE RAYA"...je je je. Nos habíamos olvidado de esto y en nuestra estancia en Caracas en estos días, intentamos pasear con los críos y fué una auténtica locura: PASO PEATONAL, SEMÁFORO A NUESTRO FAVOR, intentamos cruzar y al final tuvimos que ser salvajes y de paso aguantar los insultos...

Saludos!
Angela.