La política venezolana es un tiovivo arrollador, a su lado la española, parece un juego de niños resabiados. Aquí se habla de golpes de estado, magnicidios y asambleas constituyentes con una naturalida pasmosa. Como dice Alejo Carpentier en su novela Los pasos perdidos, "aquí siempre tenemos un zafarrancho en la reserva". La novela, sobre la Gran Sabana y el Alto Orinoco, sólo me gusta a ratos. Es engolada como sólo puede serlo un cubano atiborrado de leche merengada.
miércoles, 14 de marzo de 2007
Pabellón criollo
La política venezolana es un tiovivo arrollador, a su lado la española, parece un juego de niños resabiados. Aquí se habla de golpes de estado, magnicidios y asambleas constituyentes con una naturalida pasmosa. Como dice Alejo Carpentier en su novela Los pasos perdidos, "aquí siempre tenemos un zafarrancho en la reserva". La novela, sobre la Gran Sabana y el Alto Orinoco, sólo me gusta a ratos. Es engolada como sólo puede serlo un cubano atiborrado de leche merengada.
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2 comentarios:
muchas gracias Fon¡¡¡
te leo siempre¡¡¡
sorprendente todo ...
disfruta
Los pasos perdidos, a ratos me gustó muchísimo. Pero me gustó más El siglo de las luces.
Y hablando de gozos: Guti, en plan, jefe rebelde de Grupo Salvaje me pone últimamente los pelos de escarpias.
E miliuekn
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